domingo, 31 de agosto de 2014

El hombre propone y Dios dispone.

Otra vez igual. Otra vez con lo mismo. De nuevo las dudas me acechan. No quiero equivocarme esta vez, pero tampoco quiero perder a nadie. Por un lado está uno que me dice cosas bonitas y me quiere. Por el otro lado está el otro que está en mi pueblo y se interesa por mi, y eso me gusta. Pero, ¿qué puedo hacer? Como he dicho antes no quiero equivocarme, cagarla y quedarme sin ninguno, es decir perderles a los dos. Espero que la suerte decida, pero que luchare por el que tenga que lucha, eso lo tengo claro.

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