martes, 19 de julio de 2016

Esas personas son las que quiero en mi vida.

Siempre he estado sola, la gente no se esfuerza por conocerte, si no es por interés propio y yo nunca he sido demasiado interesante. Nunca he tenido una mejor amiga más de un año y medio, tengo mis apoyos, pero para ser sinceros cada uno tiene su vida y yo no estoy en ella. He estado tanto tiempo aislada y sola, que ahora que he conocido a las personas mas hermosas del mundo no sé como mantenerlas, a veces me cuesta ser yo, por miedo a espantarlas, y que se vayan. He descubierto lo que es realmente la amistad y me gusta lo que siento cuando hablo con ellas, cuando planeamos un futuro juntas. Es genial cuando le cuentas a alguien tus miedos y se queda para ponerte el hombro y decirte que cree en ti, que confía en ti, que se emociona cuando tu lo haces y que llora contigo cuando lo necesitas. No debo olvidar el pasado, porque gracias a él estoy donde estoy y soy quien soy, pero con esas personas a las que adoro, no me pesa. Tener la confianza necesaria para decir las cosas a la cara y ser sincera, para las preguntas incomodas y sacar de ahí una conversación llena de reflexiones. Veces en las que estas en las sombras leyendo la conversación, y ponerte a pensar en todo lo hablado, ver lo diferente, pero lo igual que eres a ellas y darte cuenta de que no estas sola, porque ellas están ahí al pie del cañón, planear el asesinato de un ex novio o de alguien simplemente porque las ha tratado mal. Se que no soy la única que piensa así, y se que sabes que hablo de las Ibf/If. Porque la gente tiene que saber que son lo puto mejor del mundo. Con ellas has descubierto grupos que ni si quieras sabias que existían. has descubierto cosas de ti, que ni tu sabías que tenías porque ellas han sacado lo mejor y lo peor de ti, como ese miedo a perderles, lo que valen para ti y como darías lo que fuera con tal de conocerlas, que pasas mejor tiempo hablando con ellas, como leéis un libro que, años atrás, hubieras pensado que jamás te lo hubieras terminado en años y ahora vas por el cuarto de la saga. Has descubierto que, aquellas veces que veías a las chicas haciendo cola y llevaban meses con sus amigas o cuando las has visto gritar y llorar por ellos y pensaban que eran idiotas, estaban siendo ellas mismas porque adoraban a esa persona, y tú ahora lo harías, porque ellas te han enseñado a ser quien eres. Ocho, nueve o diez, da igual la cantidad, todas iguales y diferentes al mismo tiempo. Me han enseñado a ser yo y eso hace que valgan millones.

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