Ella.

Ella lo espera. Ella cierra los ojos. Lo ve. No puede evitarlo. Piensa que es él, pero tiene miedo. Mucho miedo de que jueguen con ella y se cierra. Lo ve, lo mira, es muy guapo. Pero no lo conoce, como saber si es buena persona o un imbécil prepotente que solo piensa en sí. Lo mira y ve algo diferente en él. Aunque sea por que siente algo, ve algo diferente.

#microcuento

Ella le escribía con cierta picardía, como queriendo tontear, quizás esperaba más de lo que tenía que pasar. Él sin embargo no lo veía así, él sin embargo no la veía así. Ella esperaba una recogida suya inesperada. En cambio, él, solo miraba a la pantalla. Ella esperando mucho, se consumía esperando que su Eric llegara, él poco a poco la iba perdiendo. Finalmente la historia acaba con los dos cogidos de la mano, no de las suyas, quizás de otras. Quizás, y solo quizás, no con esa sonrisa que tienen todos los finales. Solo quizás...

Orgullo.

Aprendí que no sirve el orgullo

cuando existe amistad...

Que no sirve llorar cuando

un amor se va...

Que no existen fronteras

cuando tenemos vida...

Y que aprender a vivir,

es lo mejor que hay.

Pondría tus iniciales.

''Pensé en escribirte acerca de los

besos que nos faltaron por darnos,

acerca de las promesas que todavía

nos debemos, acerca de las canciones

que faltan por dedicarnos. Quería

escribirte acerca del amor. Pero

siempre terminaba ganándome la

rabia, el orgullo, el cabreo de que fueras

tan imbécil, de que no te dieras cuenta

de lo mucho que te quiero. Entonces te 

escribía cartas de olvido, aunque en el

fondo olvidarte no era lo que más

quería''

No sabemos prosperar.

Vivimos en un mundo donde por robar millones de euros no pasa nada, pero te dan años de cárcel por robar algo valorado en diez euros. Donde matan a un perro sin motivo y sin tener razón. Donde hablamos sin saber. Donde el saber no solo no ocupa lugar sino que si no tienes dinero, no tienes derecho a saber. Donde la sanidad está infravalorada para las personas, pero no para los políticos. Donde la gente muere de hambre y los que pueden ayudar para evitarlo, apartan la cara. En un mundo donde abundan los pecados capitales: la envidia, la gula. Cuanto más avanzamos, más idiotas somos.

Sigue hacia delante.

Pues ya está, este fin de semana he conseguido cumplir unos de mis sueños, los he conocido. Al hacerlo me he dado cuenta de que ahora puedo recorrer mucho de mi camino, que conseguiré lo que me proponga, pero todo. No es fácil, pero nunca te eches atrás, a veces irás lento, otras veces irás corriendo, pero nunca debes dejar de caminar, puede que haya un río o hasta arboles destruidos por el camino siempre tienes que seguir adelante.